miércoles, 26 de diciembre de 2007


...........y fue entonces cuando morí. No me quería dar cuenta, hasta que desperté en medio de la nada y de esa nada salió un todo que me envolvió de manera sofocante, con atenciones, con arrumacos y con deseos interminables.
Fue entonces que me levanté y caminé entre los vivos, alzando la ceja ante las sonrisas y sonriendo ante la soberbia que me mostraban algunos. Fue cuando la muerte dejó de saber bien para convertirse en un dolor de cabeza y una carga para los hombros, siempre ahí, algunas veces mitigado pero siempre ahí, vulnerante e hiriente, lo que apesadumbra mis pasos y extingue mi espíritu.


Fue entonces que me di cuenta que no había muerto, que no había dejado de respirar.... simplemente había despertado y dejado de soñar y eso es peor que cualquier muerte que me ofrezcas.