....and justice for all!!!

El insomnio de los domingos se volvió recurrente. Era de esperarse, si atendemos al tren de vida de fin de semana como causal fáctico de la pérdida de sueño de la madrugada del lunes (esto es, del domingo al lunes).
Ayer, estando en una Audiencia de Procedimiento abreviado, sentí un poco de decepción cuando al escuchar la Sentencia Condenatoria de un malandrín incorregible y reincidente a mas no poder, se le concedió el beneficio de la condena condicional, esto es, que compurgue la sentencia afuera de prisión. Me decepcioné un poco por que es un delincuente consuetudinario, el cual no podría dejar de delinquir aunque quisiera (adicto a la heroína y desempleado, Lombrosso se hubiera maravillado con un espécimen así) y aún así lo dejan libre.
Sin embargo, la justicia vendría a abofetearme por falto de fe. Ohhh si, señor malandro, su buena suerte lo acaba de mandar a chingar a su madre.
Al salir el cholo reincidente en mención, después de recibir de mis manos el oficio de libertad inmediata, fue recibido por un agente de la Policía Ministerial Investigadora, quien traía una Orden de Aprehensión en su contra por la comisión de otro delito. Era todo un cuadro, entre la cara de incredulidad del cholo de mierda y la prepotencia del agente policiaco me hicieron el día, el balagardo le mostraba al agente el oficio de inmediata libertad que le había entregado yo y el ministerial le decía: “¿Te estás poniendo intransigente?” (con las esposas en una mano, la otra mano recargada en la culata de su Beretta M92 A1 y un tono de voz que sólo un burócrata de puesto alto y los ministeriales pueden hacer).
Al final y pese a su resistencia, el delincuente fue esposado y conducido al CERESO estatal, que será su morada en los próximos meses, ya que éste nuevo delito no le permite la libertad caucional ni la condena condicional en caso de Sentencia Condenatoria.

En mi cara una cínica sonrisa de oreja a oreja (estilo Jack Nicholson), un último contacto visual con el detenido quien baja la cabeza ante la mirada de desprecio del que escribe y en mi espíritu, una renovada confianza en la justicia.

La justicia es ciega......................................... a veces.