sábado, 10 de marzo de 2007

Dies Irae

Un día, no hace mucho tiempo, al ir caminando por el centro, rumbo al Supremo Tribunal de Justicia, me encontré con una visión tal, que no creo que pueda abandonar mi mente a pesar de los esfuerzos que haga para atrofiar a la misma. Fui víctima del Barzón, si, esos hijos de puta idealizadores de la naquez y degradación humana, tergiversadores de cualquier noción de justicia y ley. Fui víctima, repito, de la falta de información y cultura en la que viven los pseudo rojillos del norte, esos limosneros agremiados bajo el mando de Lucha Castro (porque acá en Chihuahua sabemos que no hay peor lucha que Lucha Castro), queriendo hacer no se que pretensiones (absurdas, claro está) sobre una sentencia confirmada por una sala penal del H. Supremo Tribunal, alegando corrupción y no se que otras necedades para proteger a un criminal (orgulloso integrante de las filas de la aguerrida salvajona). El atropello que se hizo a mi persona consistió en ver ciertas partes de la masa de gente desnudas, y no es que sea yo un puritano o muy recatado, sino que no hay que ser así, no tienen madre, si van a encuerar a alguien por lo menos que no le cuelgue tanto la carne. Señoras con edad suficiente para ser abuelas haciendo esas gracias (desgracias mas bien), con tantas estrías parece que están agusanadas (aunque poco les faltaba, a fe mía). Cuando salí del shock ya era demasiado tarde para voltearme porque había visto todo y por respeto a mi persona di media vuelta con medio estómago en la boca y corrí hasta que deje de sentir las piernas. Esta experiencia me ha dejado marcado de por vida.
Creo que tienen razón en los noticieros, son tiempos violentos, tiempos en los que ya no hay seguridad visual. “Dies irae, dies illa solvet saeclum in favilla”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si es cierto, los del barzon son una bola de malvivientes